lunes, 6 de marzo de 2017

Agro Parque Sabio Mutis

Este lugar, el Agroparque Sabio Mutis, donde hemos fundado el Museo de la Caña de Azúcar y Tradiciones Populares y el Jardín Botánico de la Universidad Minuto de Dios, perteneció a la Compañía de Jesús hasta el año de 1767, cuando fueron exclaustrados. Hace ya casi dos siglos y medio, recorriendo el Camino Real, el médico, sacerdote y botánico, José Celestino Mutis, exploró esta región y encontró en los bosques de Tena, el árbol febrífugo de quina; y gracias a ese primer descubrimiento, se estableció en esta región, La Mesa la primera sede de la Expedición Botánica, en el año 1783.
Después del triunfo de independencia en Boyacá, el Congreso de la Gran Colombia ordenó pagarle a Bolívar y a Santander los servicios prestados a la causa emancipadora, adjudicándoles esta Hacienda de Tena, propiedad que posteriormente los libertadores transfirieron a sus hermanas Juana Bolívar y Josefa Santander. A finales del siglo XIX y comienzos del XX, los conflictos surgidos en su latifundio por el derecho a la tierra, reclamado por pequeños aparceros, así como la división legal de los predios, dieron origen a la actual conformación municipal. Hoy, esta obra, como las grandes empresas científicas y culturales de Colombia han tomado como paradigma la vida y obra de Mutis, “el gaditano”.
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Por otro lado, y porque la memoria de los hombres esta hecha de asociaciones y de enlaces. El Padre Rochereau, evangelizador, antropólogo, dibujante y lingüista, cuya obra cumbre la constituye la gramática tuneba, llegó en Colombia a 1905, y fundó los museos de Pamplona, Santander y Jericó en Antioquia. Fue el mismo quién aportó muchas pruebas fósiles decisivas para aclarar el origen del hombre americano; además corrigió el mapa de Agustín Codazzi, en lo referente a la región fronteriza del Sarare. Gracias a las indicaciones geográficas del sacerdote eudista, el canciller López de Mesa negoció y firmó el tratado de límites con Venezuela, conocido con el nombre de Gil Borges - López de Mesa, en el cual Colombia no perdió parte alguna, como si ha sucedido con otros tratados terrestres y marítimos.
El Hermano Daniel, uno de mis maestros y animador de esta obra, consideró al Padre Rochereau, como su maestro, refiriendose a  él dijo una vez que había sido la persona que más había influido en su vida de investigador y que como hombre muy sabio y sin egoísmos supo enseñar sus innumerables conocimientos en ciencias naturales, antropología y lingüística. -“Me dio, agregaba, -“las primeras y básicas enseñanzas, las cuales me sirvieron para crear y conservar las colecciones de botánica, paleontología y zoología que he logrado hacer durante mi vida”.



Durante los sesenta años que vivió el Padre Rochereau en Colombia, dedicó sus esfuerzos a la evangelización y a la ciencia, y los ejemplares de sus investigaciones fueron remitidos al museo de la Salle de Bogotá, donde y para pesar nuestro,  alimentaron  el incendio del 10 abril de 1948. Aunque sus narraciones poseen un estilo sencillo, en alguna oportunidad rehusó colaborar para una revista francesa, argumentando que nadie le creería que en su rancho en la selva debió matar siete serpientes venenosas en dos horas, para poder conciliar el sueño. Naturalmente, el precavido investigador guardó sus colmillos para dar testimonio de tan increíble aventura.


Un sentido homenaje al eudista, al misionero, al héroe y al científico, le rinde su biógrafo, el Padre Diego Jaramillo en su documentada obra, “Henrique Rochereau, Obrero del Evangelio”. Y como su deseo y el nuestro, es mantener vivo su nombre como testimonio de una vida ejemplar, nos proponemos escribir su biografía resaltando la obra científica del sacerdote, cuyo nombre lleva el auditorio que hoy se inaugura.
Laguna Encantada
Como uno de los principales problemas de nuestro país es la falta de un saber vinculado a la tierra y a la memoria, dedicamos este Agroparque para mantener vivo el legado mutisiano y el folclor nacional, entendido éste como lo que el pueblo piensa, dice, crea y hace. Y en cuanto a la conservación de la naturaleza, tuvimos muy presente la advertencia que nos dejó el botánico Enrique Pérez Arbeláez: Mutis y sus herbolarios en sesenta días no dejaron matorral, ni prado, ni lindero que no revisara ni escudriñaran (…) sin embargo, hoy se podría afirmar que ninguna región colombiana de igual área, ha sido mejor herborizada que La Mesa. Pese a ello, si en algún sitio pudiera medirse la desaparición de la flora, a lo largo de doscientos veintiocho años de deterioro ambiental producido por el hombre, La Mesa seria un vergonzoso ejemplo.

Avanzando en nuestro trabajo, bajo objetivos claros y precisos, y conscientes de que esta obra no podría truncarse ante la falta de su fundador, y además, porque como diría Borges, la muerte es una sana costumbre que debería tener la gente, le pedí al profesor Camilo Orbes Moreno que me acercara al Padre Diego Jaramillo, ya que comparto con el religioso, su pensamiento social, y soy un discípulo sin vacaciones, de su cátedra en la tarde cuando nos llama el descanso, dando gracias a Dios por el día que ya pasó y la noche que llega. También porque su hermano en religión, Henrique Rochereau, estuvo presente en el mensaje académico que recibí de mis maestros Félix Henao Toro y el Hermano Daniel. Pero ante todo, por ser hijo de una eudistina del norte de Caldas.



Para alegría nuestra, el Padre Diego nos visitó para conocer in situ este proyecto, y como todo lo planeado, está orientado hacia el bien comunitario. el buen eudista aprobó los trabajos iníciales, nos dio prácticas orientaciones y nos brindó el apoyo económico para que construyéramos el auditorio y la Ecotienda. Así mismo, consideró que esta parcela en medio de la naturaleza, podría servir de refugio espiritual y de modelo pedagógico e histórico. En pocas palabras, no vio obstáculo alguno para que guardáramos la reserva ecológica y así protegiéramos el patrimonio tradicional colombiano. Por su visión y alta formación académica, el Padre Diego nos estimuló a continuar promoviendo el diálogo humanista y tecnológico entre la tierra caliente y la tierra fría, un pensamiento sobre las relaciones entre economía y cultura, entre el pasado y el presente, entre naturaleza y sociedad.



El primer encuentro con los académicos de Uniminuto tuvo lugar en la casa del Padre Rojas, y fue liderada por los doctores Leonidas López Herran, Santiago Vélez, el Padre Harold Castilla y el Gerente de Fundases, Amílcar Salgado. Directivos, académicos y técnicos conocieron nuestra agenda de trabajo con un primer corte al 31 de mayo del 2014, y estuvieron de acuerdo en que deberíamos continuar mejorando y ampliando la red de senderos ecológicos, y a la vez, avanzar en  la identificación de la flora para crear el Jardín Botánico. De igual forma, aprobaron los métodos de conservación de las lagunas y humedales, los corredores biológicos, las cercas vivas y la cuenca de la quebrada Cauca. En el bosque adyacente a la quebrada, encontramos colmenas de abejas angelitas, las últimas que se han salvado de la deforestación, las quemas y el poblamiento irrefrenable de áreas anteriormente cubiertas de vegetación.



Con ayuda de los vecinos ahora protegemos  las colonias de abejas angelitas o meliponas, apreciadas por su actividad polinizadora; y así, con ayuda técnica, poder multiplicar los núcleos disponibles para que los campesinos puedan tener una fuente adicional de ingresos, con la producción de insumos como la miel, el polen o la cera, productos de alta demanda en farmacias y tiendas naturistas.








El cafetal, bajo árboles nativos, tendrá un beneficiadero y un muestrario de los ingeniosos y diferentes sistemas empleados por los caficultores para secar el café. La casa del café  será construida según las recomendaciones ambientales de Cenicafe y Fundases, para que sirva de modelo a los productores, y así contribuir a las políticas de  protección del medio ambiente, recomendadas por La Federación Nacional de Cafeteros, a través de sus extensionistas. Así mismo, tendremos como modelo de agricultura limpia, los cultivos de pancoger, caña de azúcar, pastos y frutales.















El Museo de la Caña de Azúcar y Tradiciones Populares, será el tercer museo de Uniminuto, el cual se continuará incrementando, documentando y proyectando  como un centro de investigación nacional e internacional. El referente serán las normas de la FAO, relacionadas con la defensa de los sistemas ingeniosos del patrimonio agrícola mundial (SIPAM), con los que se promueve  el entendimiento la sensibilización y el reconocimiento de los sitios del patrimonio agrícola mundial como mecanismo para salvar los bienes y servicios sociales, culturales, económicos y ambientales de grupos familiares y pequeños productores.



Los estudiosos y visitantes del Agroparque podrán conocer en su medio las señales  de  antiguos oficios, el cultivo y transporte de la caña de azúcar, los distintos trapiches empleados en Colombia desde la conquista, la obtención artesanal de la miel y la panela, reglamentada en forma didáctica para su aprendizaje y consumo en el aula dulce. También la dulcería casera, la destilación artesanal de aguardiente y ron, los telares de algodón, cabuya o fique, la forja o herrería, las fabricas de velas y jabón de tierra, los colorantes naturales y el gallinero en los arboles.




Entre las leyendas del Tequendama que ya hemos documentado y reconstruido se encuentran la mina de diamantes de Tena, y en dos meses ofreceremos a los visitantes el montaje de la Leyenda del Tesoro del Mesuno, la cual, de acuerdo con la versión que nos relató el médico del afortunado pescador de La Mesa, completará la información existente sobre este millonario hallazgo, hoy exhibido en la casa de moneda del Banco de la República.



La Granja Integral piloto será una escuela de formación y capacitación de comunidades rurales, que contará con la orientación de la Fundación de Asesoría para el Sector Rural (FUNDASES) y seguirá su postulado de contribuir al mejoramiento del nivel de vida de los más pobres, por medio de la investigación, el desarrollo y la trasferencia de tecnologías a productores rurales, entidades públicas y privadas. También en la casa del padre Rojas se construirá la biblioteca física y virtual para los lugareños y visitantes del agro parque Sabio Mutis.


Para recordar a nuestro vecino y amigo Carlos Parra, con los propietarios del Agroparque Escalante, estamos elaborando la propuesta para crear la beca que llevará su nombre, y que estará destinada a estudiantes de Uniminuto matriculados en programas de ciencias agrarias, con un fondo establecido para tal fin por sus herederos, y administrado por esta casa de estudios. Ya está identificado y trazado el camino que nos llevará aún más alto, al construir el Observatorio Astronómico Rafael García Herreros, con el cual podremos honrar al líder religioso y social, hombre de estudio y fundador de Uniminuto. De esta forma haremos realidad su sueño… que los estudiantes tengan el firmamento a su alcance y las visiones del universo a través del telescopio.


Uniminuto ha entrado en su proceso de acreditación ante el Ministerio de Educación Nacional, en el momento en que ha sido reconocida internacionalmente como una institución educativa innovadora, influyente, sostenible, replicable y de gran impacto social. Sin duda alguna este escenario y todas sus obras serán un gran aporte para su proyección institucional en Colombia. El Padre Diego Jaramillo ha dicho que Dios hace milagros a cada instante, pero esta obra en la Provincia del Tequendama, y por las circunstancias que concurren en uso origen y evolución, creo yo, representa el primer milagro del Padre Rafael García Herreros.
























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